Por Horacio Ibarra
El drama para Pete
Rose continúa latente.
Sí, el legendario
beisbolista que fuera acusado de apostar en el beisbol y posteriormente
suspendido de por vida sigue en el círculo de espera, tratando de conseguir el
perdón del Comisionado de las Ligas Mayores.
Con ello, el dueño
de la marca de imparables de todos los tiempos tendría oportunidad de ser
inmortalizado en Cooperstown, aunque todavía tendría que luchar contra los
votantes tradicionalistas que podrían ponerle piedritas en el camino.
Bartlet Giamati |
Rose fue expulsado
del beisbol en agosto de 1989 por el entonces Comisionado Bartlet Giamati y
desde entonces permanece en el limbo.
El integrante de
la poderosa “Máquina Roja” de los años setentas, como se conociera a los Rojos
de Cincinnati por su temible artillería que agrupaba a Joe Morgan, Ken Griffey,
Johnny Bench, Tony Pérez y George Foster se convirtió en uno de los grandes
ídolos de todos los tiempos por su entrega sobre el diamante.
Pete Rose 14, Joe Morgan 8 y Johnny Bench 5 |
El nativo de
Cincinnati ha sido el pelotero más aguerrido, el más joseador, el de mayor
entrega sobre el terreno de juego y su forma de jugar era sinónimo de triunfo.
Sus barridas electrizantes sobre las colchonetas tratando de conseguir una base
extra siguen siendo recordadas por los amantes del rey de los deportes que
disfrutaron sus lances en el Estadio Riverfront de Cincinnati y en el resto de
escenarios de la Liga Nacional.
¿Quién no recuerda
aquella barrida en segunda base sobre Bud Harrelson, short stop de los Mets de
Nueva York en el juego tres de la Serie del Campeonato de la Liga Nacional en 1973? Rose llegó como una tromba, una
auténtica aplanadora echando fuera del camino al diminuto paracorto. O cuando en el Juego de Estrellas de 1970 en la entrada doce colapsó al receptor Ray Foose para anotar. (https://www.youtube.com/watch?v=4Fj2B9z4Dbw)
Su forma de jugar
era intensa, sin cortapisas, sin remordimientos. Sus deslizamientos en el
pentágono eran la delicia de los espectadores.
El versátil
pelotero jugó para los Rojos de Cincinnati y Filis de Filadelfia, con una leve
parada con los Expos de Montreal, completando 24 temporadas en el viejo
circuito.
Sus cifras son de
primera línea en varios aspectos. Rose es el mejor en imparables, pero también
es líder de todos los tiempos en juegos jugados con 3,562; apariciones, 15,890,
y veces al bat con 14,053.
En 1963 acompañó a
los Rojos de Cincinnati en una gira a la ciudad de México para enfrentarse a
los Tigres capitalinos. Al final del calendario obtuvo el nombramiento de
Novato del Año de la Liga Nacional.
Rose fue un
jugador completo. El ganó tres títulos de bateo. En 1969 y 1970 obtuvo el
Guante de Oro por su fildeo como segunda base, en 1973 fue nombrado el Jugador
Más Valioso de la Liga Nacional, mismo nombramiento que le otorgaron al
concluir la Serie Mundial de 1975.
En siete ocasiones
fue líder de hits, cuatro veces de carreras anotadas, en cuatro ocasiones
encabezó el renglón de veces al bat y en cinco oportunidades fue líder de
juegos jugados.
Rose era
intensidad sobre el terreno de juego. En 17 oportunidades estuvo en el Juego de
Estrellas representando a la Liga Nacional, cubriendo cinco diversas posiciones
como no lo ha hecho ningún otro pelotero. Primero fue seleccionado como segunda
base, después como left fielder, posteriormente como right field, en otras
ocasiones cubrió la tercera base y por último en la inicial.
En 1986 tuvo su
última temporada en Grandes Ligas vistiendo el uniforme de Cincinnati. Al
retirarse dejó un promedio de bateo de .303 milésimas con 2,165 carreras
anotadas, 4,256 imparables, 746 dobles, 135 triples, 160 cuadrangulares y 198
bases robadas.
Aquella noche fue histórica |
El nativo de
Cincinnati fue un grande del beisbol y el Templo de Inmortales de Cooperstown
luce incompleto, le falta la placa de Pete Rose. El legendario beisbolista
sigue en el círculo de espera.
https://www.youtube.com/watch?v=Lr1z3Jq4tKA
https://www.youtube.com/watch?v=Lr1z3Jq4tKA
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